La integración de jardines urbanos en la arquitectura verde se ha convertido en una tendencia esencial para la sostenibilidad en ciudades modernas. Estos espacios verdes no solo mejoran la estética, sino que también aportan beneficios ecológicos, sociales y psicológicos a los habitantes urbanos. La combinación de arquitectura y vegetación permite la creación de entornos más saludables y resilientes, contribuyendo a reducir el impacto ambiental de las edificaciones. La arquitectura verde, a través de los jardines urbanos, establece un nuevo paradigma para el desarrollo urbano, donde el bienestar humano y la protección del ambiente están en el centro del diseño.