La eficiencia energética se ha convertido en un pilar fundamental dentro del diseño urbano moderno. En un contexto de crecimiento poblacional y urbanización acelerada, surge la necesidad de crear entornos urbanos sostenibles que minimicen el consumo energético y reduzcan las emisiones de carbono. Para lograrlo, se integran nuevas tecnologías, materiales innovadores y estrategias orientadas a optimizar el uso de la energía dentro de las ciudades. Este enfoque no solo afecta a los edificios, sino también a los servicios urbanos, infraestructuras de transporte y planes de desarrollo a gran escala, transformando la manera en que vivimos y gestionamos los recursos urbanos.